Creemos que existe una trampa al
plantear el siguiente debate:
si las tecnologías son positivas o negativas, beneficiosas o
perjudiciales, si se puede hacer buen o mal uso
de ellas. Lo creemos porque
esas definiciones poco
nos explican
de los fenómenos que vivimos cotidianamente
y de las diferentes ramas de la ciencias
contemporánea. Si aceptamos el hecho de que no existe un estudiante
constituido como
individuo, que no podemos
calificar de bueno o malo,
de bajo nivel o de alto nivel de aprendizaje, sino que nos
encontramos con un proceso
de individuación
(actualización
de potenciales
preindividuales)
en donde no sólo entran
los estudiante, sino los docentes, sus actividades, sus propuestas,
sus maneras de afectar emocionalmente a los intervinientes, los
olores, las texturas, el oxígeno, etc, pues debemos concluir
que no importa si hablamos de celulares o de una tiza, lo que importa
más bien, es cómo
pueden afectar negativamente la individuación
de los jóvenes
y adultos en proceso dentro de la escuela. Es
preciso detectar qué
perturbaciones y qué beneficios
podemos evitar y agregar respectivamente para lograr la mejor
actualización
posible
de potenciales. Las mismas empresas que venden los aparatos de los
cuáles son adictos jóvenes
y adultos, ya están
intentando lidiar
con los juicios que se les pueden
venir en un futuro
cercano
por la frecuencias negativas para la salud humana que no fueron
debidamente advertidas. Diversos
estudios aseguran que es perjudicial para el cerebro, por el grado de
estrés
que generan en las innumerables aplicaciones que están
sonando todo el tiempo y que el cerebro no llega a elaborar. Todo
esto nos lleva a advertir cuantas veces nos quieran escuchar, que es
preciso alejar los celulares del cuerpo de los niños, niñas y
jóvenes, lograr que comprendan que cuanto más lejos de los cuerpos
y cerebros lo tengan, mejor calidad de vida lograrán y mejor
podrán
controlar su atención,
su ánimo, sus emociones, su estrés
y mejor se comenzarán a relacionar con el que tienen al lado
(amigos, familiares, amantes) que muchas veces están
mas lejos, que los contactos
de whats app, aunque estén
físicamente a centímetros de distancia. Para promocionar las
beldades de los artículos tecnológicos,
ya están las multinacionales utilizando los medios de comunicación
para ametrallar a la población a cada segundo del día; para
advertir de los peligros estaríamos los docentes y algún que otro
loco/lúcido. Está claro que nos ganan por afano, pero algun@s
creemos que es nuestra
obligación advertir. Estaría
bueno que empecemos por no tener nuestro aparatito todo el tiempo
sobre el banco o en la mano, estaría bueno que empecemos por dejar
las excusas de lado y pensar en el bienestar de nuestr@s estudiantes.
Para saber más sobre estos temas dejo textos
para revisar:
Esteban Rodríguez, Pablo. Biopolítica e
individuación viviente: la ética en los tiempos de la
biotecnología. Revista Colombiana de Bioética, vol. 11, núm. 2,
julio-diciembre, 2016, pp. 48-60
Universidad El Bosque Bogotá, Colombia
Vida, técnica y naturaleza en el pensamiento
de Gilbert Simondon
Andrés
Vaccari *pag 3Doctor en Filosofía por Macquarie University, Sydney,
Australia. Docente y coordinador de Educación Virtual en el Depto.
de Filosofía de la institución mencionada. Correo electrónico:
andres.vaccari@mq.edu.au.
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