Diego Alejandro Melera

sábado, 10 de noviembre de 2018

Tecnología, Celulares y otros quilombos más


    
        Creemos que existe una trampa al plantear el siguiente debate: si las tecnologías son positivas o negativas, beneficiosas o perjudiciales, si se puede hacer buen o mal uso de ellas. Lo creemos porque esas definiciones poco nos explican de los fenómenos que vivimos cotidianamente y de las diferentes ramas de la ciencias contemporánea. Si aceptamos el hecho de que no existe un estudiante constituido como individuo, que no podemos calificar de bueno o malo, de bajo nivel o de alto nivel de aprendizaje, sino que nos encontramos con un proceso de individuación (actualización de potenciales preindividuales) en donde no sólo entran los estudiante, sino los docentes, sus actividades, sus propuestas, sus maneras de afectar emocionalmente a los intervinientes, los olores, las texturas, el oxígeno, etc, pues debemos concluir que no importa si hablamos de celulares o de una tiza, lo que importa más bien, es cómo pueden afectar negativamente la individuación de los jóvenes y adultos en proceso dentro de la escuela. Es preciso detectar qué perturbaciones y qué beneficios podemos evitar y agregar respectivamente para lograr la mejor actualización posible de potenciales. Las mismas empresas que venden los aparatos de los cuáles son adictos jóvenes y adultos, ya están intentando lidiar con los juicios que se les pueden venir en un futuro cercano por la frecuencias negativas para la salud humana que no fueron debidamente advertidas. Diversos estudios aseguran que es perjudicial para el cerebro, por el grado de estrés que generan en las innumerables aplicaciones que están sonando todo el tiempo y que el cerebro no llega a elaborar. Todo esto nos lleva a advertir cuantas veces nos quieran escuchar, que es preciso alejar los celulares del cuerpo de los niños, niñas y jóvenes, lograr que comprendan que cuanto más lejos de los cuerpos y cerebros lo tengan, mejor calidad de vida lograrán y mejor podrán controlar su atención, su ánimo, sus emociones, su estrés y mejor se comenzarán a relacionar con el que tienen al lado (amigos, familiares, amantes) que muchas veces están mas lejos, que los contactos de whats app, aunque estén físicamente a centímetros de distancia. Para promocionar las beldades de los artículos tecnológicos, ya están las multinacionales utilizando los medios de comunicación para ametrallar a la población a cada segundo del día; para advertir de los peligros estaríamos los docentes y algún que otro loco/lúcido. Está claro que nos ganan por afano, pero algun@s creemos que es nuestra obligación advertir. Estaría bueno que empecemos por no tener nuestro aparatito todo el tiempo sobre el banco o en la mano, estaría bueno que empecemos por dejar las excusas de lado y pensar en el bienestar de nuestr@s estudiantes.

Para saber más sobre estos temas dejo textos para revisar:

Esteban Rodríguez, Pablo. Biopolítica e individuación viviente: la ética en los tiempos de la biotecnología. Revista Colombiana de Bioética, vol. 11, núm. 2, julio-diciembre, 2016, pp. 48-60
Universidad El Bosque Bogotá, Colombia

Vida, técnica y naturaleza en el pensamiento de Gilbert Simondon
Andrés Vaccari *pag 3Doctor en Filosofía por Macquarie University, Sydney, Australia. Docente y coordinador de Educación Virtual en el Depto. de Filosofía de la institución mencionada. Correo electrónico: andres.vaccari@mq.edu.au.

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