Llamamos
humus a la capa superficial del suelo, constituida a través
de cientos de años por la descomposición natural de materia
orgánica (animal y vegetal).
Llamamos
compost al humus obtenido artificialmente (es decir, con
intervención humana) por descomposición bioquímica en caliente de
residuos orgánicos, que ocurre a mayor velocidad que la natural.
El
compost se produce por la acción de millones de bacterias, hongos y
otros micro organismos que entran en contacto con materiales de
origen vegetal o animal (materiales orgánicos) y los biodegradan.
La
producción de compost se puede hacer de dos formas:
-
Proceso aeróbico, con microorganismos que necesitan
oxígeno.
-
Proceso anaeróbico, con microorganismos que necesitan que
no haya oxígeno.
El
proceso aeróbico, es más rápido, más fácil de hacer, genera un
compost de mejor calidad, no libera gases a la atmósfera y no tiene
olor desagradable.
Produciendo
compost...
La naturaleza por sí sola produce compost (técnicamente: humus),
cualquier materia orgánica abandonada, se termina convirtiendo en
tierra negra, lo que vamos a hacer nosotros es contribuir a mantener
las condiciones para que este proceso se haga un poco más rápido y
en condiciones de higiene, de manera tal que no contaminemos ni
enfermemos el ambiente y sin causar molestias a otros seres, sobre
todo a nuestros vecinos.
Para producir compost en forma aeróbica, hay que garantizar que los
materiales estén en presencia de oxígeno, esto significa que si los
desechos se amontonan en una pila para su compostaje, hay que
removerla con regularidad y deshacer terrones grandes, para que el
oxígeno penetre a todas partes, además hay que mantener cierta
humedad para que el ambiente sea favorable para los microorganismos.
En el compostaje, los microorganismos se comen el material orgánico
y se comen entre sí. Otros organismos, como las lombrices, ayudan a
crear túneles donde pasa el oxígeno. En este proceso, la pila de
material orgánico se calienta y lo que se produce posee una textura
similar a la tierra negra, llamado compost.
¿Cuáles son las
condiciones para hacer un buen compost?
El tiempo necesario
para producir compost es de cinco o seis meses (aproximadamente),
pero el éxito que tengamos depende de los siguientes factores:
- Materiales
orgánicos. Su tamaño y cantidad de nutrientes, acelerarán,
malograrán o retardarán la descomposición. Carbono y nitrógeno
son los macro nutrientes más importantes, en términos generales,
los materiales ricos en carbono son secos y de color café,
mientras que los materiales ricos en nitrógeno son verdes y húmedos,
será necesario lograr un equilibrio entre ambos. En cuanto a las
dimensiones, es conveniente que los desechos sean pequeños, sobre
todo en nuestras primeras experiencias.
- Oxígeno.
Si no hay suficiente aireación se origina una fermentación
anaeróbica y se generan malos olores, además se retarda
notoriamente el proceso de compostaje. También el exceso de oxígeno
retarda la descomposición.
- Temperatura.
Las altas temperaturas que se generan matan patógenos y aceleran el
compostaje, las bajas temperaturas lo retardan, deducimos en
conclusión, que el proceso tarda más en invierno que en verano. Es
importante además, tener presente que las lombrices no toleran
temperaturas menores a 5° C ni mayores de 30° C.
- Humedad.
Tanto la excesiva como la escasa humedad dañan el compostaje. Los
microorganismos que actúan en un proceso aeróbico requieren humedad
para vivir, pero ¡cuidado! humedad no es agua.
¿Cuáles
son los desechos orgánicos? ¡¿Qué meto en mi compostera?!
Entre los materiales orgánicos hay unos que fácilmente se compostan
y otros que cuesta un poco más, inclusive hay materiales
orgánico-sintéticos (como los plásticos) que necesitan muchas
décadas para compostarse. La frase que sintetiza y define más
claramente el asunto es: “desecho orgánico es todo aquello que
alguna vez tuvo vida”. Teniendo en cuenta esto, podremos armar un
listado básico:
Sí
|
No
|
Cáscara de huevos y
frutas
Restos de verduras
Yerba, té y
café
Papel
Pasto seco
Hojas y ramas
secas
Bosta de caballo, oveja, gallina, etc.
|
Plásticos
Vidrios
Latas
Pilas
Papel sintético
Pañales
descartables
Metales (aluminio, hierro, etc.)
|
Mitos y verdades
entre la columna del Sí y la del No
Cartón, papel,
huesos molido o entero, carnes, grasas, excrementos de perros o
gatos... ¡¿Qué hago?!
“Las
carnes, los huesos, los productos lácteos y las grasas no se
descomponen y atraen ratas”
- Si el consumo o
desecho de estos productos es moderado, y si los cortamos o molemos
antes de incorporarlos a la compostera, lograremos acelerar el
proceso de descomposición. Los ratones no toleran la humedad ni las
altas temperaturas del compost.
“Una compostera atrae
moscas”
- La
correcta aireación y mezcla de los deshechos, evita el exceso de
humedad y posibles olores que pudieran atraer moscas. Además, para
evitar su presencia, podemos cubrir la parte superior del compost con
una mezcla rica en carbono (aserrín, hojas secas, etc.) pues a las
moscas les gusta revolotear y reproducirse sobre restos húmedos y en
inicios de descomposición.
“El
excremento de perros y gatos puede tener patógenos que sobreviven al
proceso de compostaje”
- No
es verdad si hacemos un doble proceso con ellos. Es decir, le
destinamos una compostera propia y hacemos un ciclo doble del
habitual, destinando mayor tiempo para procesarlos. Para aumentar la
tranquilidad, podemos “rebajarlo” mezclándolo con el compost de
la cocina, o usarlo para plantas ornamentales o forestales, en vez de
verduras, cereales o legumbres.
“El
papel y el cartón concentran humedad y detienen el compostaje,
además la celulosa cuesta que se biodegrade”
- Es
cierto, sin embargo, pequeñas cantidades de papel de diario, filtros
de café, servilletas descartables, saquitos de té, etc., son
aceptables. La incorporación de lombrices rojas ayudará a la
descomposición de la celulosa.
¿Cuándo
está terminada la tarea?
El compost listo para ser cosechado debe tener una alta proporción
de material orgánico totalmente descompuesto, material de base
parcialmente descompuesto y desechos de lombrices. Para cosechar el
compost puede zarandearse, separando las lombrices y los materiales
no descompuestos (trozos grandes de madera, ramas, cáscaras de nuez
o huevos, etc.) del material sí descompuesto y con aspecto a tierra
negra. En términos generales el compost ya terminado debería tener
olor a tierra, textura liviana, y estar compuesto por pequeños
terrones de color negro grisáceo.
Cuidados
y mantenimiento
Transformar nuestros deshechos orgánicos en tierra fértil, sin
generar moscas y mal olor, requiere cierta atención al principio. Es
aconsejable comenzar de a poco e ir observando: si hasta ayer
tirábamos todo a la basura ¿por qué convertirnos en ecologistas de
la noche a la mañana?
Para empezar será bueno no incorporar más de 8 o 10 cm. por día,
revolver a menudo y, cada vez que agregamos residuos, colocar una
capa rica en carbono (mezcla de viruta de madera, hojas del otoño y
pasto seco, por ejemplo). Los residuos que más vamos a generar
provendrán de la cocina (yerba usada, cáscaras de fruta, recortes
de verdura, etc.), éstos contienen un alto contenido de humedad, con
lo cual será conveniente reducir su tamaño (cortándolos o
triturándolos) y secarlos al sol, antes de colocarlos en la
compostera. A medida que aprendemos, podremos ir incorporándolos
directamente sin secarlos.
Asegurando el equilibrio entre nitrógeno y carbono, las condiciones
ambientales y de temperatura tolerables para los microorganismos y
las lombrices rojas, no debería haber inconvenientes. Sin embargo,
mientras uno va aprendiendo a compostar sus propios desechos
(diferentes en su composición a los de cualquier otra familia)
pueden aparecer problemas que deberemos resolver rápidamente para
evitar conflictos con los vecinos...
Problema |
Causa |
Solución
|
No se produce la descomposición |
Falta de humedad |
Rociar con agua
|
La temperatura es muy alta |
Ubicar la compostera a la sombra
|
|
La temperatura es muy baja |
Cubrir la compostera con un nylon negro y ubicarla al sol
|
|
|
Exceso de humedad/agua y
falta de aireación en la
compostera
|
Cubrir la superficie con materiales ricos en carbono
|
Voltearla y removerla al sol
|
||
Revisar los agujeros de drenaje y ventilación
|
||
Mantener tapada la compostera
|
||
Agregar carbono (hojas secas, viruta, aserrín, etc.)
|
||
Presencia de hormigas coloradas
|
Falta de humedad
|
Rociar con agua
|
Beneficios
del compost
El
compost se agrega al suelo para abonarlo y mejorar su textura. De
esta manera, la tierra se vuelve más eficiente, los nutrientes
continúan desprendiéndose por un período largo de tiempo y las
plantas lo van utilizando a medida que van creciendo. El abono
compuesto es más uniforme, más barato de realizar y dura más
tiempo que el abono químico. La textura del suelo mejora
notablemente porque se agregan materiales fibrosos que permiten que
el aire y la humedad entren al suelo, quedando más ligero y poroso,
permitiendo que las raíces de las plantas crezcan mejor y más
rápido.
Mejorando
la estructura del suelo, aumentamos su capacidad para almacenar agua,
facilitando a las plantas la absorción de nutrientes. Agregar
compost al suelo es la mejor forma natural para abonarlo y
reconstruir la calidad de nuestra madre tierra.
Extraído
del apunte titulado “Haciendo Compost en casa” de Federico
Barroso Lelouche
Para
más datos pueden revisar las siguientes direcciones, ahí
encontrarán diferentes PDF para descargar directamente:
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