Diego Alejandro Melera

jueves, 21 de mayo de 2015

el Origen de Todo

No importa en qué crean. El origen de todo es siempre el mismo. No podemos creer en Dios y luego suponer que los cambios son exclusivamente decisión nuestra. O creer en la ciencia moderna y suponer que las transformaciones las decidimos cada uno de nosotros más allá de la influencia de todo lo que nos rodea. Es preciso aceptar que nos guste o no, todo aquello que comienza, se transforma o se reproduce, tiene una misma explicación. El asunto es: según las creencias y prácticas (si es que son separables) esa explicación es bien distinta y bien diversas serán nuestras maneras de intervenir en todo aquello que se origina, se transforma o se reproduce desesperadamente igual.

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